Las cintas de correr son una excelente opción para ponerse en forma sin tener que salir de casa. Tanto si desea adquirir uno de estos aparatos de ejercicio aeróbico para un gimnasio como para su hogar dispone de una larga lista de modelos entre los que elegir. En la tienda online www.superfitness.es le ayudamos ofreciéndole un amplio catálogo con fichas detalladas, para que lo único que tenga que hacer sea elegir el modelo que mejor se adapta a sus necesidades.
El primer punto que debe tener en cuenta son las dimensiones y las limitaciones de cada aparato. Para correr con comodidad, seleccione una cinta de correr con superficie de carrera de 145 centímetros por 50 de anchura. En el caso de que sea más reducida, puede ocasionarle problemas. Asimismo, asegúrese de que la velocidad mínima es de 16 kilómetros por hora y que el grado de inclinación es de, al menos, un 10%. En caso contrario, el ejercicio resultará incompleto para un entrenamiento adecuado. La mayoría de las cintas de correr ofrecen programas con distintos tipos de velocidades e inclinaciones, en función del nivel de esfuerzo de cada usuario. Esta opción es útil en el caso de que distintas personas accedan de modo habitual al mismo aparato.
Si le gusta controlar su ritmo cardiaco, tal vez le resulten atractivas las cintas de correr compatibles con bandas de pulsómetro. De esta manera, no tendrá que mantener las manos continuamente en los sensores que suelen colocarse en los manillares (y que a los pocos minutos acaban llenos de incómodo sudor).
Los modelos más modernos incorporan una serie de accesorios bastante cómodos, como ventiladores en el monitor de control. Son caprichos, pero pueden resultarle bastante útiles si suele practicar entrenamientos de más de media hora al día. Porque ser amante del deporte no significa que sea necesario sufrir.
El primer punto que debe tener en cuenta son las dimensiones y las limitaciones de cada aparato. Para correr con comodidad, seleccione una cinta de correr con superficie de carrera de 145 centímetros por 50 de anchura. En el caso de que sea más reducida, puede ocasionarle problemas. Asimismo, asegúrese de que la velocidad mínima es de 16 kilómetros por hora y que el grado de inclinación es de, al menos, un 10%. En caso contrario, el ejercicio resultará incompleto para un entrenamiento adecuado. La mayoría de las cintas de correr ofrecen programas con distintos tipos de velocidades e inclinaciones, en función del nivel de esfuerzo de cada usuario. Esta opción es útil en el caso de que distintas personas accedan de modo habitual al mismo aparato.
Si le gusta controlar su ritmo cardiaco, tal vez le resulten atractivas las cintas de correr compatibles con bandas de pulsómetro. De esta manera, no tendrá que mantener las manos continuamente en los sensores que suelen colocarse en los manillares (y que a los pocos minutos acaban llenos de incómodo sudor).
Los modelos más modernos incorporan una serie de accesorios bastante cómodos, como ventiladores en el monitor de control. Son caprichos, pero pueden resultarle bastante útiles si suele practicar entrenamientos de más de media hora al día. Porque ser amante del deporte no significa que sea necesario sufrir.